¿Es justo que las personas trans participen en los Juegos Olímpicos? - Girlsplained.
Is it fair that trans people participate in The Olympics? - Girlsplained.
ESPAÑOL
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Hola chicuelos,
Bienvenidos a otra edición de Girlsplaining, donde yo -una niña- les explica cosas. No pretendo parecer una experta en estos temas, de hecho no lo soy, pero aprendo lo suficientemente rápido para poder explicar lo básico y que, con cada artículo, puedan aumentar sus chances de algún día ganar ¿Quién quiere ser millonario?
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Como les comenté en el artículo pasado, este año calificó para los Juegos Olímpicos Laurel Hubbard, la primera mujer trans en participar en la disciplina de halterofilia (levantamiento de pesas). En la competencia, tuvo un intento fallido de levantar 120 kg, y dos fallas al levantar 125 kg, lo que la hizo no poder terminar o ganar.
Hace un par de semanas una amiga preguntó en un grupo de WhatsApp si estábamos o no de acuerdo con que las mujeres trans participaran en los Juegos Olímpicos. Mi primera postura fue decir que sí, al fin y al cabo las mujeres trans son mujeres, y partiendo de ese principio, no hay debate.
Pero claramente la discusión no quedó ahí, yo la verdad estuve poco pendiente de los juegos, y una de mis amigas dijo que Laurel Hubbard, la primera mujer trans en calificar y participar en esta competencia había batido récord mundial y había ganado una medalla de oro en halterofilia. En ese momento no supe cómo sentirme.
Luego me enteré de que esa información era falsa, Laurel sí ha tenido un muy buen nivel en otras competencias, pero para ese momento ni siquiera había participado en Tokyo. Sin embargo, eso no es lo más importante. Sino, lo que esa noticia, falsa o no, me hizo sentir.
Si bien mi postura era inclusiva, y de estar de acuerdo con que las personas trans participaran con el género con el que se identifican, pensar en que las mujeres cis perdiéramos espacios no me hacía sentir tan cómoda. Creo que todos saben que soy abiertamente feminista, y se sentía extraño estar en una posición así. En ese momento, aunque no lo quería aceptar, creo no me creía tanto la idea de que las mujeres trans eran mujeres.
Adicional a ese debate, leí un montón de comentarios que reforzaban ese pensamiento y que de alguna u otra forma me dejaban saber que estaba bien que yo pensara así. A nosotras también nos había costado un montón llegar a tener representación casi del 50/50 para que luego las participantes tuvieran una competencia injusta. Eso es lo que yo creía, que era injusto, pero ¿realmente lo es?
Como no me gustaba sentir ese debate interno porque sabía que quizá no venía del mejor lugar, decidí entrevistar a dos mujeres trans que me ayudaran a entender un poco más y lograr tener una perspectiva diferente. Hoy, les quiero compartir lo que aprendí.
¿Están listos para cuestionar lo que creemos?
Conozcan a las protagonistas de este artículo.
Michelle Artiles, es venezolana, tiene 20 años y me impresionó la cantidad de responsabilidades que tiene. Es activista por los derechos humanos y los derechos de la comunidad LGBTQ+, estudia dos carreras, comunicación social y trabajo social, y además, trabaja como redactora.
Sigo a Michelle desde hace unos meses en Twitter y me parece que tiene una fortaleza enorme. Ser trans y vocera de la comunidad no es tarea fácil, sin quererlo te vuelves el blanco perfecto para ser atacado, más aún en un país como Venezuela. Por eso quise escuchar su opinión.
Emma De Sousa, es una cantautora venezolana radicada en México. A ella la conocí cuando decidí escribir este artículo a través de una amiga (gracias, Nina). Por lo que hablamos y he visto en sus redes, puedo ver que ha recorrido un camino hermoso de encontrarse a sí misma, y eso hace que conectes de una con ella.
Stalkeándola escuché su canción “I’m a Woman”, que además de ser una expresión pura de lo que es, es súper contagiosa, estuve cantándola toda la semana, así que se las dejo acá para que también la disfruten.
La importancia de la representación.
Ya les he hablado de esto en otros artículos, pero si perteneces a alguna minoría, sabes que ver a alguien como tú en la televisión, en competencias, en la posición que quieres llegar a tener en tu trabajo, no es algo trivial ni algo que podemos dar por sentado.
Para Emma, ver a una mujer trans en los Juegos Olímpicos es un avance social e inclusivo enorme. “Y por supuesto que me siento muy orgullosa y feliz por ella.” Las personas trans están en todos lados, ahora solo hace falta que las mostremos.
Porque como dice Michelle, que una mujer trans esté en los Juegos Olímpicos, “es visibilidad, lo que puede hacer ella (haciendo referencia a Laurel) es representarnos y darnos referentes a la comunidad. Es que todos los niños, niñas y niñxs trans puedan verse reflejados. (...)quizá hay niñxs trans que sean deportistas y no quieran incursionar en el deporte porque crean que ese mundo no es para ellos, o porque los van a rechazar. El ejemplo de Laurel les dice que sí se puede.”
Creo que si Laurel hubiese ganado, hubiera sido emocionante, pero a la vez, creo que habría sido la bandera perfecta para hacer campaña en contra de esta decisión del Comité Olímpico de aceptar personas trans en la competencia.
“Yo creo que en este tipo de cosas el simple hecho de llegar ya es suficiente acto, como lo que dijo Angela Ponce cuando llegó al Miss Universo, ‘yo no quería ganar, yo solo quería llegar al Miss Universo’.”, dijo Michelle.
Rompamos las creencias, ¿Es injusto con las mujeres cis que participen mujeres trans?
Esta es una de las preguntas que más nos hacemos porque, hasta el momento, lo que está científicamente comprobado es que los hombres son más fuertes que las mujeres debido a su fibra y masa muscular. Entonces, ¿esas características transcionan también? ¿Eso pone en ventaja a las mujeres trans y en desventaja a los hombres trans?
La verdad es que no hay suficientes investigaciones. Emma lo explica de la siguiente manera, “la ciencia siempre se basa en sus investigaciones, pero no han hecho un estudio donde pongan a una mujer trans y a una mujer cis a entrenarse de la misma manera desde cero (...). Si ambas ponen el mismo esfuerzo y se desarrollan juntas, estoy segura que tendrán la misma fuerza y capacidad de competir.”
Y esa es una de las mayores críticas, como sociedad estamos cuestionando un evento que tiene muchísima importancia para la comunidad LGBTQ+ desde la moralidad, y la moralidad no es el mejor aliado de ellxs.
Para Michelle, no es injusto que Laurel haya competido, “porque ella pudo participar porque pasó todos los exámenes que el COI (Comité Olímpico Internacional) requiere, y si una persona pasa todos los exámenes, esa es una persona que está totalmente calificada para competir en una categoría de género.”
De hecho, Laurel dijo esto en una entrevista con la BBC, "Sé algo acerca de la controversia que rodea mi participación en estos juegos. Por ello, me gustaría agradecer especialmente al COI, porque creo que realmente afirma su compromiso con los principios del Olimpismo y establece que el deporte es algo para todas las personas, que es inclusivo y accesible".
Seguro están pensando, claro, pero ellos no ponen límite en el máximo desempeño. Mm, no es tan así. Michelle me introdujo al caso de Caster Semenya, una atleta intersex sudafricana que tiene una condición llamada “hipoandrogenismo”. Básicamente, es una mujer que produce una cantidad altísima de testosterona. En el año 2016, ganó oro en los Juegos Olímpicos de Río, y a raíz de eso, la Asociación Internacional de Federaciones de Atletismo impuso una norma que obliga a atletas con su condición a tomar medicina para bajar los niveles de testosterona para poder participar.
El Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS) dijo que esas normas eran discriminatorias, pero "necesarias, razonables y proporcionadas" para proteger "la integridad del deporte femenino", según reseñó la BBC.
Entonces, a estas personas sí les interesa que los juegos sean justos, y al parecer les importa más eso a que sean inclusivos.
El mix de la moral y la realidad.
Una de las cosas que me impresionó mientras investigaba para este artículo, y mientras lo hablaba con Emma, es que no hay suficientes estudios. No hay suficiente data que pruebe si hay o no diferencias en las capacidades físicas entre una persona trans y una persona cis antes y después de la transición.
Y eso en sí mismo es un acto de discriminación. “La clave está en el desarrollo de estudios, antes que dar opiniones que SÍ DISCRIMINAN, porque son opiniones basadas en estudios arcaicos o en creencias ¿Realmente la ciencia está avanzando tanto como creemos? La respuesta es no”, me dijo Emma.
Ese fue uno de los argumentos que más me hizo click, cuestionarme de dónde vienen mis creencias. Si Laurel no ganó porque no pudo levantar el peso, pasó todas las pruebas que le requirieron, y hay restricciones para las personas que tienen altos niveles de testosterona en su sangre, ¿de dónde está viniendo la pregunta de si eso es justo o no?
La respuesta es fácil, de la moralidad. De lo que nos han dicho desde años que “es lo correcto” y es lo que “Dios quiso”, pero Dios no es tangible, las pruebas que le hicieron a Laurel, sí. Entonces, hay veces en las que la moralidad no tiene ningún papel que jugar en los hechos.
Creo que es el momento perfecto para hablar de algo que me dijo Michelle, “Como comunidad estamos tratando de dejar atrás el término trans y cis porque eso nos divide, nos separa, nos diferencia. Seamos mujeres, en unidad.”
Emma lo reforzó diciendo “el hecho de creer que una mujer le quitará espacio a otra es un acto discriminatorio, transfóbico y clasificatorio. Al final del día son mujeres que se identifican como tal, o en el caso contrario hombres trans. Nadie va a quitarle el espacio a nadie”.
Dar espacios no es perder espacios.
Eso me hizo ser una mejor feminista, porque no lo soy solo para las mujeres cis, soy feminista para las mujeres, para todas.
Confío que los procesos de cada una de las competencias van a basarse en pruebas y buscar la justicia, a mi solo me queda emocionarme porque cada vez las mujeres tengamos más representación.
Si todavía no crees que es justo, te dejo mi último argumento.
Como me dijo Emma, la mejor prueba de que fue una competencia justa es que Laurel no haya ganado, “se supone que ella debió haber levantado ese peso sin problema porque nació en el género que dicen es el predominante con la fuerza física. Y no lo logró.”
Es normal sentirse incómodo con los cambios, es raro no saber cómo moverse siempre y no entender las reglas de juego. Lo que no está bien es cerrar los brazos y hacer una pataleta por negarte a escuchar otra opinión. No siempre vamos a estar de acuerdo, eso no significa que no podamos ser respetuosos con los cambios, y más cuando esos cambios impactan la vida y los derechos de miles de personas.
Te invito a cuestionarte y a respetuosamente hacerle preguntas a los que piensen distinto a ti. Quién sabe, quizá cambies de parecer, o fortalezcas aún más tus convicciones.
Mil gracias a Emma y a Michelle por responder mis dudas y hacerme ser una mujer con mucha más sororidad.
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Bueno, llegamos al final. Gracias por leerme, espero que hayan aprendido algo. Si fue así, recomiéndenlo, déjenme saber en los comentarios qué quieren que explique en los próximos artículos, o invítenme una birra si les gustó mucho.
Besitos,
Cami.
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ENGLISH
Hello peeps,
Welcome to another issue of Girlsplaining, where I - a girl - explain things. I don't pretend to be an expert on these topics; in fact, I am not. But I'm a fast learner, and I can easily explain the basics to increase your chances of someday winning 'Who wants to be a millionaire?' with every article you read.
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Is it fair that trans people participate in The Olympics? - Girlsplained.
As I mentioned in my last article, Laurel Hubbard was the first trans woman to ever qualify and participate in the Olympics under the discipline of weightlifting. During the competition, she had one failed attempt to lift 264 lbs, and two failures lifting 230 lbs, which caused her not to finish or win any medals.
A couple of weeks ago a friend asked in a group chat if we agreed with trans women competing in the Olympics. My first answer was to say yes, after all, trans women are women, and based on that principle, there is no debate.
But the discussion did not stop there. I wasn’t following the games, and one of my friends said that Laurel Hubbard had broken a world record and won a gold medal in Tokyo. I didn't know how to feel with that information.
Later, I found out that it was all fake news. Laurel has had a very good level in other competitions, but at that time she had not even participated in Tokyo. However, that is not the most important thing. If not, what the news, fake or not, made me feel.
Although my position was to be inclusive, and agreeing that trans people should participate with the gender they identify with, thinking about cis women losing spaces didn’t make me feel comfortable. Everyone knows that I’m a feminist, and it felt strange to be in such a position. At the time, even though I didn't want to accept it consciously, I don't think I was completely convinced that trans women were women, and I regret it.
In addition to the debate, I read a lot of comments reinforcing what I thought, and in one way or another led me to believe that it was okay for me to think that way. It had also cost us (cis women) a lot to get to have almost 50/50 representation to lose it all in unfair competition. That's what I believed. That having cis women compete with trans women was unfair, but is it really?
I didn’t like to feel the way I was feeling. I knew it wasn’t coming from the best place. That’s why I decided to interview two trans women who could help me understand a little more and reach a different perspective. I want to share with you what I learned.
Are you ready to question some beliefs?
Meet the stars of this issue.
Michelle Artiles is Venezuelan, 20 years old and she impressed me with the amount of responsibilities she has. She is an activist for human rights and the rights of the LGBTQ + community, she’s studying two careers, social communication and social work, and also works as a copywriter.
I have been following Michelle for a few months on Twitter and it seems to me that she has enormous strength. Being trans and a spokesperson for the community is not an easy task, without wanting to, you end up becoming the perfect target to be attacked by haters, even more so in a country like Venezuela. That's why I wanted to hear her opinion.
Emma De Sousa is a Venezuelan singer-songwriter based in Mexico. I met her when I decided to write this article through a friend in common (thanks, Nina). From what we chatted and what I’ve seen on her social media, I can see that she has traveled a beautiful journey of finding herself, and that makes you connect immediately with her.
Stalking her on social media, I listened to her song “I’m a Woman,” which in addition to being a pure expression of what she is, it’s super contagious. I have been singing it all week. Here it is for you to enjoy it.
The importance of representation.
I have already told you about this in other articles, but if you belong to a minority, you know that seeing someone like you on television, in competitions, in the position you want to get at your work, is not something trivial or to be taken for granted.
For Emma, seeing a trans woman at the Olympics is a huge social and inclusive advance. "Of course I am very proud and happy for her." Trans people are everywhere, now we just need to expose them to the world.
Because as Michelle says, for a trans woman to be at the Olympic Games, “it means we’re being seen. What she can do (referring to Laurel) is to represent us and give us references to the community. It is that all trans boys, girls, and children can see themselves reflected in her (...). Perhaps some trans children are athletes and do not want to enter sports because they believe that this world is not for them, or because they are going to reject them. Laurel's example tells them that it can be done."
I think if Laurel had won, it would have been exciting, but at the same time, I think she would have been the perfect target to hit in a campaign against this decision by the Olympic Committee to accept trans people in the competition.
“I think that in these types of things, the simple fact of getting in is already enough. Like what Angela Ponce said when she arrived at Miss Universe, 'I didn't want to win, I just wanted to get to Miss Universe.'” Michelle said.